jueves, 24 de febrero de 2011

The Revolution Will Not Be Televised [2002]




SoloEduca.org (es)
El 11 de Abril del 2002, la cinematógrafa Kim Bartley se encontraba documentando la llamada revolución bolivariana del presidente Hugo Chávez. Lo que comenzó como un deseo de captar la historia tras bambalinas, se convirtió en la oportunidad de su vida. Comenzando con la tragedia de La Guaira y terminando con el golpe que derrocó temporalmente al gobierno, la historia que cuenta su documental es muy diferente a la que vimos en los medios de comunicación venezolanos.


Wikipedia (en)
The Revolution Will Not Be Televised (Spanish: La revolución no será transmitida), also known as Chávez: Inside the Coup, is a 2003 documentary focusing on events in Venezuela leading up to and during the April 2002 coup d'état attempt, which saw President Hugo Chávez removed from office for several days. With particular emphasis on the role played by Venezuela's private media, the film examines several key incidents: the protest march and subsequent violence that provided the impetus for Chávez's ousting; the opposition's formation of an interim government headed by business leader Pedro Carmona; and the Carmona administration's collapse, which paved the way for Chávez's return. The Revolution Will Not Be Televised was directed by Irish filmmakers Kim Bartley and Donnacha Ó Briain. Given direct access to Chávez, the filmmakers intended to make a fly-on-the-wall biography of the president; they spent seven months filming in Venezuela, following Chávez and his staff and interviewing ordinary citizens. As the coup unfolded on 11 April, Bartley and Ó Briain filmed on the streets of the capital, Caracas, capturing footage of protesters and the erupting violence. Later, they filmed many of the political upheavals inside Miraflores, the presidential palace.


  • Audio: Castellano/Ingles
  • Subtitulos: Castellano
  • Duracion: 01:15:11s
  • Peso: 749Mb

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domingo, 20 de febrero de 2011

Food Inc. [2008]



Wikipedia (es)
Food, Inc. es un documental estadounidense de 2008 dirigido por el cineasta ganador de un Emmy Robert Kenner. El filme está ligeramente basado en el bestseller de no ficción del 2001 Fast Food Nation, de Eric Schlosser, y The Omnivore's Dilemma de Michael Pollan.
El primer segmento del filme examina la producción industrial de carne, a la cual llama inhumana y económica y ambientalmente insostenible. El segundo segmento se centra en la producción industrial de grano y verduras, a la cual también califica de económica y ambientalmente insostenible. El tercer y último segmento trata sobre el poder económico y legal de las grandes compañías de producción de alimentos (que, según los autores, se basa en ofrecer comida barata pero contaminada con químicos a base de petróleo, sobre todo pesticidas y fertilizantes) y la promoción de hábitos de consumo de comida insalubre hacia el público estadounidense.


Wikipedia (en)
Food, Inc. is a 2008 American documentary film directed by Emmy Award-winning filmmaker Robert Kenner. The film examines corporate farming in the United States, concluding that agribusiness produces food that is unhealthy in a way that is environmentally harmful and abusive of both animals and its employees. The film is narrated by Michael Pollan and Eric Schlosser. The documentary was criticized by large American corporations engaged in industrial food production.
he film's first segment examines the industrial production of meat (chicken, beef, and pork), calling it inhumane and economically and environmentally unsustainable. The second segment looks at the industrial production of grains and vegetables (primarily corn and soy beans), again labeling this economically and environmentally unsustainable. The film's third and final segment is about the economic and legal power of the major food companies, such as food libel laws, whose livelihoods are based on supplying cheap but contaminated food, the heavy use of petroleum-based chemicals (largely pesticides and fertilizers), and the promotion of unhealthy food consumption habits by the American public.


  • Audio: Ingles
  • Subtitulos: Castellano
  • Duracion: 01:33:44s
  • Peso: 700Mb

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miércoles, 16 de febrero de 2011

De La Servitude Moderne [2009]



DeLaServitudeModerne.org (es)
De la servidumbre moderna es un libro y un documental de 52 minutos producidos de manera totalmente independiente; el libro (y el DVD que contiene) es distribuido gratuitamente en algunos sitios alternativos de Francia y de América Latina. El texto fue creado en Jamaica en octubre de 2007 y el documental fue terminado en Colombia en Mayo de 2009. Existe de él una versión en francés, en inglés y en español. La película ha sido elaborada a partir de fragmentos malversados de películas de ficción y de documentales.
El objetivo central de esta película es poner al día la condición del esclavo moderno en el marco del sistema totalitario mercantil y dar a conocer las formas de mistificación que ocultan esta condición servil. Fue concebida bajo la única intención de atacar de frente la organización dominante del mundo.



DeLaServitudeModerne.org (en)
On Modern Servitude is a book and independent documentary film 52 minutes in length; the book (and the DVD contained within) is available for free at select independent distributors in France and Latin America. The text was written in Jamaica in October 2007 and the documentary was completed in Colombia in May 2009. It is available in French, English, Spanish, Romanian, Portuguese, and Italian. The film is composed of imagery appropriated primarily from commercial movies and documentaries.
The central objective of this film is to reveal man’s condition as a modern slave within the context of the totalitarian mercantile system and to show the forms of mystification which mask his servile condition. Its aim is to attack head on the dominant world organization.


  • Audio: Castellano
  • Subtitulos: -
  • Duracion: 00:52:19s
  • Peso: 687Mb

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viernes, 11 de febrero de 2011

Trinity And Beyond [1995]



TVColombia.net (es)
Documental Trinity and Beyond es un excelente documental de 92 minutos de duración en el que se muestra la historia de la bomba atómica desde sus comienzos en 1945 hasta 1968, cuando se firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear. “Trinity” fue la primera bomba de plutonio lanzada, con una potencia de 19 Kt, por los EE.UU. y que dio la salida a la Era Atómica. A ésta le siguieron “Little Boy” (Hiroshima) y “Fat Man” (Nagasaki), las cuales pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial y dieron comienzo a la carrera armamentística entre las dos grandes potencias del momento con la Guerra Fría. Con la llegada de la bomba de hidrógeno (H-Bomb) la potencia se multiplicó y se crearon mastodontes como “Castle Bravo” (15 Mt, la mayor testeada por EE.UU.) cuyas imágenes son absolutamente espectaculares y quizás las más conocidas ya que el hongo que genera es el que más se puede reconocer, o la rusa “Tzar”, que se salió del gráfico con 57 Mt y que causó la mayor explosión nuclear de la historia. El documental, narrado por William Shatner (el capitán Kirk de Star Trek), es un auténtico espectáculo visual de las pruebas nucleares realizadas por americanos y soviéticos, con imágenes de archivo en su gran mayoría y dónde se pueden ver detonaciones nucleares “desde dentro”. La banda sonora, por cierto, no desmerece en nada a las imágenes. Interpretada por la Orquesta Sinfónica de Moscú, acompaña a la narración visual de un modo espectacular.


Wikipedia (en)
Included is footage of nuclear tests starting with the May 1945 trial run to Trinity (the first atomic bomb), a 100 ton TNT blast used to scale and calibrate the Trinity device, and ending with the last U.S. atmospheric nuclear detonation (called Tightrope) of the Nike Hercules air defense missile in 1963. Also included are test series in the South Pacific, and footage of the firing of the U.S. Army's atomic cannon at the Nevada Test Site in 1953, and color images of multi-megaton high altitude air bursts over Johnston Island just before the limited test ban treaty went into effect (banning all except underground detonations) in 1963.


  • Audio: Ingles/Español
  • Subtitulos: Castellano
  • Duracion: 01:29:23s
  • Peso: 764Mb

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sábado, 5 de febrero de 2011

Medio Medios... [Parte 2]

La balada por esos nuevos enemigos bajitos
Para contruir un nuevo culpable al que achacarle todos los males sociales, los medios simplifican al maximo las tramas detras de cada crimen resonante.
Por Sebastian Hacher


Como hace un mes fueron los inmigrantes y mucho antes los cuidacoches, el enemigo público número uno del momento son los llamados menores de edad: los niños. Conviene llamarlos así, como corresponde a toda persona que no cumplió los dieciocho años, para recordar de qué se está hablando. Esta vez, el linchamiento mediático de niños se desató luego del crimen sin duda aberrante de Fabián Esquibel, asesinado delante de su hijo de once años. Esquibel se resistió a que lo asaltaran en su casa en Tolosa, y durante el forcejeo, uno de los ladrones le disparó con una 9 milímetros en la cabeza. El único detenido fue un adolescente de quince años, habitante de una villa de la zona e hijo de un hombre condenado por otro crimen. La policía encontró en su poder parte del botín y la 9 mm con la que en teoría ejecutó a la victima. Quizá no sea casualidad que se trate del mismo tipo de arma de guerra que se utilizó en otros casos que desataron la furia mediática contra los niños en conflicto con la ley penal.
En abril de 2009, el asesinato del camionero Daniel Capristo desató una campaña en los medios para pedir la baja de la edad de imputabilidad. El acusado por el crimen, un adolescente de catorce años, le disparó a Capristo casi una decena de balas con una pistola 9 milímetros porque la víctima se resistió a entregarle su auto. Miradas al Sur contó como el niño que cometió el crimen era en realidad un peón dentro del esquema de robos de autos en la zona, una red digitada por adultos en la que participaban policías en actividad.
Algo similar pasó con el ingeniero Ricardo Barrenechea, asesinado durante un asalto en su casa en octubre de 2008. En ese caso los adolescentes que fueron detenidos develaron que eran la mano de obra de una mafia policial que reclutaba adolescentes en La Matanza para ir a robar casas en San Isidro. "La policía nos tiene con un arma en la cabeza", dijo sin saber que lo estaban grabando Kitu, uno de los principales acusados del crimen. Varios testigos también describieron cómo la policía garantizaba el transporte y la logística necesaria para los asaltos.
Pero si algún caso dejó claro el rol de los mayores en los crímenes cometidos por niños, ese fue el caso de Santiago Urbani, asesinado de un tiro en la sien el 10 de octubre de 2009. Por su homicidio fueron encontrados culpables dos adolescentes, pero el tribunal decidió aplazar las condenas hasta que cumplieran 18 años. El fallo generó polémica e incluso se amenazó con pedir un juicio político contra los magistrados, que no hicieron más que respetar las garantías constitucionales.
La clave del caso quedó relegada frente a esa furia mediática contra los jueces. Varios de los testimonios que se escucharon durante le debate oral hablaron del cuarto hombre que había participado del asalto, un soplón policial de 43 años llamado Oscar Alberto Pérez Graham. Especializado en el robo de autos, Pérez Graham solía jactarse de conseguir zonas liberadas en la zona norte del conurbano, gracias a su amistad con varios comisarios. En los últimos tiempos había sumado a esas especialidades la de reclutador de adolescentes. "Un señor pelado les dijo a los pibes si querían ir a robar; ellos no querían ir, pero él se los llevó a tomar droga y no volvieron más", señaló un testigo durante el juicio, en el que también se supo que en la noche en la que Urbani fue asesinado, el propio Pérez Graham llevó a los adolescentes hasta Tigre. Pero mientras los jóvenes cayeron presos, él siguió con su vida normal. El 20 de octubre de 2009 fue detenido por efectivos de la comisaría de Garín y enseguida fue liberado, aunque sus captores sabían que era buscado por el caso Urbani. Desde entonces vivió en la zona de Escobar sin tomar mayores recaudos. Recién fue detenido cuando luego del juicio su nombre quedó en el centro de la escena.
Para convertir a los niños en depositarios de todo mal social, hace falta limar esas tramas complejas hasta convertirlas en titulares simplistas e incluso falsear la información. La Nación publicó el miércoles pasado un artículo titulado "Menores cometen el 15% de los crímenes". Para el diario, ese dato justificaría la baja en la edad de imputabilidad a 14 años. Pero la información no es cierta. Más allá del titulo engañoso -la estadística se refiere a los asesinatos en particular y no a los crímenes en general-, el porcentaje tampoco es real. Los números que citó La Nación son los que publica la Procuración de la Suprema Corte Bonaerense para el primer semestre de 2010. Allí se informa que se abrieron 87 causas contra menores de 18 años sospechados de asesinato y que lo mismo se hizo con 564 adultos. En otras palabras, sobre 651 investigados por asesinato, 87 son adolescentes. La cuenta es sencilla: el 13% de los acusados son menores de 18 años. Un 2% menos de los que dice La Nación.
El porcentaje que maneja la provincia es igual al que publicó la Dirección de Política Criminal del Ministerio de Justicia para todo el país para 2009. Ninguno de los dos informes señala cuántos de esos menores tenían menos de 16 años al momento de ser acusados. Al menos en el caso de la Dirección de Política Criminal, esto tiene una razón sencilla. Si un menor de 16 años comete un crimen, al no ser punible no se lo considera en la estadística. Esa podría ser la segunda mentira de La Nación; usar los datos de mayores de 16 años para decir que hay que condenar a los menores de 16. La verdad es que el único organismo que incluye a los niños de 14 y 15 años en los números sobre asesinatos es Naciones Unidas. Según sus datos sobre la Argentina, sobre 1.900 homicidios anuales sólo el 10% serían cometidos por adolescentes, y de esos apenas el 1% tendría como autores a jóvenes de 14 y 15 años.
Pero ese no es el problema central de lo que plantea el artículo. Lo más grave es que asegura que ese 13% de menores son responsables de asesinato, cuando la estadística que cita se refiere a investigaciones penales abiertas y no a sentencias. En nuestro país, el régimen penal se basa en que uno es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Considerar a un sospechoso culpable antes de ser juzgado responde a una lógica bien clara. Ni siquiera es algo moderno. Cuando se hizo la Ley de Patronato, se la pensó como una norma contra niños que trabajaban de canillitas y se hacían anarquistas. En las calles de Buenos Aires había unos 15.000 de ellos. Durante 10 años, Luis Agote batalló para votar la ley para encerrarlos. Esos niños, decia, "constituyen un contingente admirable para cualquier desorden social siguiendo por una gradación sucesiva de esta pendiente siempre progresiva de vicio, hasta el crimen, van a formar parte de esas bandas anarquistas". La mayoría tenía entre 9 y 12 años. La propuesta de Agote era recluir a 10 mil de esos niños en la isla Martín García. Algo que a muchos les gustaría volver a proponer.-